¿Cómo construir una estrategia de networking eficaz?

El networking se define como el proceso de construir y mantener relaciones, especialmente profesionales, que aporten valor mutuo, fomenten la colaboración y generen oportunidades de desarrollo personal y laboral.

Por: Dr. Víctor Hugo Guerra H.*

El ermitaño…

En 1986, a los 20 años, Christopher Knight abandonó su coche y se internó en un bosque en Maine con lo esencial para acampar. Desde entonces, no volvió a salir de esa zona durante 27 años. A pesar de su reclusión, se encontraba a poca distancia de casas de verano.

Para sobrevivir, robaba suministros de las cabañas desocupadas o de un centro comunitario, pero solo tomaba lo que necesitaba, como comida, ropa, combustible para cocinar y baterías para su linterna. Su existencia se descubrió en 2013, cuando fue arrestado mientras robaba un bocadillo de un campamento.

La historia antigua y moderna está plagada de ermitaños. Ejemplos famosos son los de Buda Gautama; Lao-Tsé; San Romualdo; Celestino V, que se convirtió en Papa en el siglo XIII; y hasta la poetisa Emily Dickinson, que se retiró de la vida pública y vivió recluida en su casa familiar durante la mayor parte de su vida. 

Sin embargo, ni antiguamente y tampoco ahora, vivir aislado de los demás pareciera ser la característica natural del ser humano. El humano es por excelencia un ser sociable, con sus honrosas excepciones. El Siglo XXI y su Cuarta Revolución Industrial potencian las posibilidades de interacción y comunicación gracias a tecnologías que son para algunos disruptivas.

La primera pandemia de la era digital, el COVID-19, nos demostró que gracias a la tecnología podíamos seguir conectados. Raro sí, pero interactuando al final de cuentas.

Ahora bien, para muchos esta era digital ha significado un mayor individualismo, aislamiento, y en ocasiones ensimismamiento del hombre. Seres que permanecen sólo conectados a su móvil y auriculares, por horas y horas.

Con este breve artículo quiero explorar la importancia que tienen las relaciones humanas, especialmente la creación efectiva de redes denominada en inglés “networking”. Quiero compartirles algunas ideas de lo que personalmente me ha resultado eficaz, y la importancia que tiene el networking para las actividades de compliance.

¿Qué es el networking?

El networking se define como el proceso de construir y mantener relaciones, especialmente profesionales, que aporten valor mutuo, fomenten la colaboración y generen oportunidades de desarrollo personal y laboral.

De igual forma, el networking también se refiere al proceso de crear y mantener esa red de contactos, para intercambiar información y apoyarse mutuamente, e implica construir relaciones beneficiosas a largo plazo con otras personas.

Este proceso puede ser tanto presencial como virtual, y la clave está en un intercambio de valor, donde ambas partes ofrecen y reciben conexiones, conocimiento o ayuda.

¿Cuáles son los componentes claves del networking?

Los componentes clave del networking pueden incluir lo siguiente:

1. El intercambio de valor: se basa en dar y recibir, y podemos compartir conocimientos o conexiones, y a cambio, obtener perspectivas, mentores o acceso a oportunidades que de otro modo no conocerías.
2. La construcción de relaciones: acciones que van más allá de simplemente coleccionar tarjetas de presentación. Implica cultivar conexiones duraderas, a través de interacciones significativas y de apoyo mutuo.

• La ampliación de la red: significa conectar con personas dentro y fuera de tu círculo inmediato, salir de tu zona de confort, ya que las redes de otras personas pueden contener conexiones valiosas para ti.

1. La diversidad de contactos: una red de contactos puede incluir una amplia variedad de personas, por ejemplo, compañeros de trabajo, amigos, familiares, profesores, profesionales de tu sector, clientes, etc.
2. La adaptación al entorno: el networking es una herramienta que se adapta tanto al ámbito profesional como al social, y puede realizarse en eventos presenciales, híbridos, o puramente a través de plataformas digitales 

El networking aplica para todos. Desde una gran empresa hasta las llamadas micro, pequeñas y medianas empresas requieren de actividades de networking. Ello también aplica los profesionales independientes.

Si algo he aprendido durante mi ejercicio profesional es que nunca debemos, así nos sintamos cómodos en nuestros puestos de trabajo, perder la habilidad de relacionarnos y crear redes de contactos.

¿Cuáles espacios son ideales para el networking?

En realidad, cualquier agrupación de individuos nos puede servir para hacer relacionamiento. Ahora bien, desde mi punto de vista, es importante que elijamos bajo ciertos criterios qué tipo de networking queremos construir, y a cuál red le queremos apostar. Ello, a los fines de concentrar nuestros esfuerzos, ya que el networking, y su conservación, pueden ser muy demandantes o “time-consuming”.

Una estrategia de networking eficaz no se centra únicamente en “conocer gente”, sino en crear una red sólida de aliados estratégicos que acompañen el crecimiento profesional a lo largo del tiempo.

Atención, ya que tus intereses y prioridades pueden cambiar a lo largo de tu vida y práctica profesional, por lo que tus actividades de relacionamiento también deben adaptarse a tus diversas condiciones de tiempo y espacio.

Más allá de intercambiar tarjetas o contactos digitales, el networking implica cultivar vínculos genuinos basados en la confianza, el respeto y el intercambio de conocimiento. Y ser auténticos es ciertamente muy importante.

No se trata de ser siempre innovadores y llegar siempre con la idea más brillante de la reunión. Estemos claros: como Albert Einstein sólo hubo uno. Lo relevante, desde mi perspectiva del relacionamiento, es ser genuinos con nuestros mensajes y congruentes con nuestras conductas, aquí va otro anglicismo: “walk the talk” o hagamos lo que decimos.

Algunos ejemplos de espacios para el networking son los siguientes:

1. Las cámaras de comercio e industria, y en general, las asociaciones gremiales. Ellas facilitan los encuentros, y organizan eventos especializados que fomentan la creación de redes de contactos. Pero también, espacios más informales como las reuniones después del horario laboral o (happy hours) u otro tipo de encuentros en donde el ambiente distendido pueda facilitar la comunicación.
2. Las exposiciones y ferias comerciales, especialmente aquellas que incluyen franjas especiales como almuerzos con oradores y reuniones para tomar café durante el transcurso de todo el evento. Estas actividades generalmente buscan empresas que los patrocinen, lo cual es una forma sencilla de empezar a conocer personas y organizaciones.

• Los grupos locales de voluntarios de servicio, como el club rotario, que suelen reunirse semanal o mensualmente con oradores y programar desayunos o almuerzos, y planifican y ejecutan proyectos para brindar servicios a la comunidad. Es una excelente manera de conocer a un grupo diverso de personas interesadas en promover actividades comunitarias.

1. Asociaciones profesionales. En nuestro caso las que se dedican a la integridad empresarial y el cumplimiento normativo o compliance. Los miembros de estos grupos pertenecen a un sector profesional específico, y son un buen lugar para aprender sobre temas concretos de la industria y nuestra disciplina, en donde podemos hablar sobre lo que podría ser útil para iniciar o desarrollar una iniciativa, programa o incluso un negocio.
2. Finalmente, la academia, entendida en un sentido amplio. No se trata sólo de los centros académicos tradicionales como las universidades, sino también los institutos de formación y las organizaciones que hoy ofrecen excelentes opciones de certificación. Sin duda, espacios de interacción de múltiples vías con aquellos colegas con los que hacemos los estudios y certificaciones; con los docentes; y, si somos los instructores del curso, con nuestra audiencia.

La anterior no pretende ser una lista taxativa, y de seguro cada lector tendrá ideas adicionales de espacios de networking que lo podrán ayudar a conseguir oportunidades laborales, de negocios, consejos profesionales y crecimiento en la carrera y función que desempeñen.

En todo caso, reitero la importancia que tiene ir adaptándonos al tiempo y lugar en donde hagamos nuestros relacionamientos.

¿Y, las redes sociales?

Pese a los retos, y en algunos casos los traumas que nos pudo generar la virtualización, ella abrió, sin duda, un abanico de oportunidades inéditas. El networking salió y dejó de tener fronteras geográficas, y hoy es posible conectar con expertos, mentores y colegas de todo el mundo en cuestión de segundos.

Los eventos virtuales, webinars o foros en línea y las comunidades online se convirtieron en espacios de aprendizaje y visibilidad profesional. La clave está en la constancia y, nuevamente, en la autenticidad de los mensajes.

La invitación es a ofrecer valor, compartir conocimientos y mantener una actitud genuinamente colaborativa para generar conexiones significativas, más allá de los simples contactos circunstanciales.

Las redes sociales hoy son claves para el networking. No quisiera privilegiar una red sobre otra, pues, incluso para cada región, cultura y generación el tipo de redes puede variar.

Dicho eso, en mi opinión, una de las plataformas profesionales más importantes a nivel global es LinkedIn, a pesar de que sus algoritmos y motores de inteligencia artificial no sean tan eficientes como quisiéramos. En lo personal, es una red que utilizo mucho y que me ha resultado eficaz para mi networking.

Otras opciones pueden ir desde Facebook, X (antes Twitter) hasta Instagram. Pueden variar de audiencias, desde un TikTok hasta ResearchGate, la red para científicos e investigadores.

De nuevo, todas pueden ser opciones válidas dependiendo de tus intereses profesionales y personales. Lo relevante es que todas ellas se consolidaron como herramientas esenciales para el networking postmoderno.

Utilizarlas estratégicamente implica más que crear un perfil, requiere construir una marca personal coherente, participar en conversaciones relevantes y publicar contenido que demuestre experiencia y credibilidad. En pocas palabras, consagrarte a la comunidad digital que quieres construir.

Es importante, y en esto insisto mucho, que haya reciprocidad en el uso de las redes sociales. Por ejemplo, sugiero señalar expresamente cuando te gusta un contenido y “darle un like”; comentar aportando valor en publicaciones de otros. Mantener interacciones consistentes nos ayudan a fortalecer la presencia profesional y a generar relaciones de networking de confianza a largo plazo.

Cierro esta sección invitándolos también a ser cautelosos y, como decimos en Colombia, a “no dar papaya” con nuestra información personal. Ser precavidos en el uso de nuestras redes sociales no significa que seamos odiosos o antipáticos, solamente que nos aseguremos de con quién interactuamos, para qué y por qué lo hacemos.

¿Cuál es la importancia del networking eficaz para la función de compliance?

El networking eficaz resulta una herramienta estratégica clave para los profesionales de compliance, pues, entre otros aspectos, nos permite ampliar la información que tenemos para anticipar riesgos, compartir buenas prácticas y fortalecer una cultura de integridad en las organizaciones, ecosistemas y espacios en los que interactuemos con partes interesadas.

Si lo pudiera resumir en cuatro aspectos diría que:

1. Fortalece la inteligencia regulatoria y la actualización constante. El entorno normativo evoluciona de forma acelerada. Las nuevas regulaciones, estándares internacionales y expectativas sociales redefinen continuamente el rol del cumplimiento. Por eso, tener una red activa con colegas del sector, asociaciones profesionales, organismos reguladores y consultores externos nos ayuda a acceder a información y datos actualizados, así como a las diversas perspectivas de otros y que nos enriquecen en la toma de decisiones. El networking se convierte así en una fuente viva de la inteligencia regulatoria.
2. Promueve la colaboración interdepartamental y la influencia interna. El compliance no puede operar en aislamiento o como los ermitaños que narraba al inicio de este artículo. Una red sólida dentro de la organización, con los equipos de finanzas, recursos humanos, operaciones, seguridad o auditoría, permite integrar el enfoque ético en cada proceso. El networking interno impulsa la colaboración transversal, facilita la resolución de dilemas éticos y mejora la capacidad del área de compliance para convertirse, sin perder su autonomía e independencia, en un verdadero socio estratégico del negocio y no solo en un ente de control.

• Facilita la cooperación internacional y el benchmark ético. Si bien nos resulta un tanto exagerada esta afirmación, lo cierto es que, en contextos globalizados, las redes de compliance ayudan a comparar estándares, compartir experiencias y adoptar soluciones efectivas frente a riesgos comunes: soborno, fraude, derechos humanos o comercio ilícito. Participar activamente en foros de integridad empresarial, ética y compliance –o más especializados en temas de prevención del lavado de activos y las tendencias de los criptoactivos– fortalece la posición de nuestras organizaciones y nos ayuda a diseñar mejores estrategias para hacer frente a auditorías y evaluaciones de terceros.

1. Por último, se potencia la cultura de integridad y la reputación corporativa. El networking también es una vía para generar influencia positiva y credibilidad en nuestra comunidad, entre nuestros socios comerciales y clientes. Un profesional de compliance conectado, visible y comprometido con la ética inspira confianza dentro y fuera de la organización. Esto refuerza, en mi opinión, la reputación corporativa y demuestra que los negocios (o tu empresa) actúan conforme a los principios éticos de gobernanza, transparencia y responsabilidad social. Atreverse a salir y exponer responsable y profesionalmente nuestras ideas no debería significar que revelemos información privilegiada, que violemos nuestras obligaciones de confidencialidad o que pongamos en riesgo procesos de investigación interna o externa.

El networking eficaz no es accesorio en la función de compliance, es un activo estratégico que permite anticipar riesgos, fomentar la colaboración, elevar estándares éticos y fortalecer la resiliencia organizacional.

A manera de conclusiones...

A manera de conclusiones, si es que se puede concluir con algo, quiero enfatizar que las conductas del networking deben ser genuinas y consistentes. Desarrollar la habilidad del netwoking en estos tiempos postmodernos es esencial, y, es tanto como hablar un segundo idioma o poseer conocimientos técnicos.

Una estrategia de networking eficaz combina autenticidad, propósito y constancia.

En un mundo interconectado, donde las fronteras se desdibujan y la reputación digital adquiere protagonismo, construir una red sólida no es solo, como he dicho, una habilidad deseable, sino una necesidad para prosperar profesionalmente.

El verdadero networking no se trata de acumular contactos, sino de construir una comunidad de relaciones que impulsen el crecimiento mutuo y generen impacto positivo.

En un mundo interdependiente, la capacidad de construir redes sólidas, diversas y de confianza distingue a los profesionales que gestionan el cumplimiento de manera reactiva, de aquellos que lideran con visión, integridad y propósito.

*Head Global de la Fuerza de Trabajo de Compliance de la ICC Institute of World Business Law. Profesor de la Universidad Internacional de la Florida (FIU) y de la Universidad de las Naciones Unidas para la Paz. LinkedIn: https://www.linkedin.com/in/victorhguerrah/