El Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) mejoró la calificación de Estados Unidos en la recomendación 10, la cual hace referencia a debida diligencia.
La obligación de identificar a los beneficiarios finales no cubría a todos los sectores de riesgo en Estados unidos y esa debilidad le generó a ese país, en el Informe de Evaluación de 2016, una calificación de parcialmente cumplida (PC) en la recomendación 10.
La recomendación 10, que hace referencia a la debida diligencia, es una de las más importantes de todos los estándares internacionales y se tiene en cuenta para definir si un país queda o no en seguimiento intensificado.
Para el caso concreto de Estados Unidos, el GAFI había encontrado que los asesores de inversión –que anualmente realizan millonarios negocios– no tenían que identificar a los beneficiarios finales.
Adicionalmente, dentro del examen de 2016, se detectó que a las instituciones financieras distintas de los sectores de valores y derivados “no se les exigió explícitamente que identificaran y verificaran la identidad de las personas autorizadas para actuar en nombre de los clientes”.
Incluso, aseveró el GAFI, algunas instituciones financieras “no tuvieron la obligación explícita de comprender y obtener información sobre el propósito y la naturaleza prevista de relación de negocios” y tampoco tenían que entender la estructura de propiedad y control de los clientes.
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Por ese motivo, en 2018 el Gobierno de ese país emitió una norma que exige a las instituciones financieras establecer y mantener “procedimientos escritos que estén razonablemente diseñados para identificar y verificar a los beneficiarios reales de los clientes de entidades jurídicas e incluir dichos procedimientos en su programa de cumplimiento de lavado de dinero”.
De igual manera, las autoridades estadounidenses emitieron hace varios meses una regulación que obliga a las instituciones financieras a tener procedimientos –con enfoque basado en riesgo– para comprender la naturaleza y el propósito de las relaciones con sus clientes.
Esto con el propósito de perfilar el riesgo de sus clientes y para hacer un monitoreo continuo de la relación para identificar y reportar operaciones sospechosas.
Por todas estas mejoras, el GAFI decidió subir de parcialmente cumplida (PC) a mayoritariamente cumplida (MC) la calificación asignada a la recomendación 10.
Es importante recordar que las calificaciones del GAFI tienen la siguiente escala:
- Cumplida (C).
- Mayoritariamente cumplida (MC).
- Parcialmente cumplida (PC).
- No cumplida (NC).
A pesar de los avances, el organismo internacional señaló que todavía “quedan algunas brechas técnicas menores, incluida la falta de requisitos explícitos de [identificación de] beneficiarios finales, principalmente en relación con otras partes relevantes del fideicomiso para arreglos legales”.